Cuando el bebé nace, para que tenga una salud adecuada  y equilibrada, hace falta aplicar distintas técnicas para ayudar a su crecimiento. Estas técnicas aplicadas en la fisioterapia pediátrica son técnicas muy suaves y que respetan en todo momento al niño buscando con ello la relajación de sus tejidos y eliminando todas las tensiones que puedan existir en su cuerpo.

En la primera consulta, se le realizarán preguntas a su mamá sobre cómo ha sido el embarazo, el parto y si ha sufrido de alguna patología, enfermedad o inconveniente. Posteriormente, se realiza una exploración física  y se le da un diagnóstico, determinando el tipo de tratamiento a aplicar con la fisioterapia pediátrica.

La fisioterapia pediátrica está indicada para aquellos niños y bebés que tengan inconvenientes como por ejemplo:

• Problemas de sueño
• Asimetrías en su crecimiento
• Problemas de la marcha
• Reflujos
• Cólicos
• Estreñimiento
• Problemas en su sistema digestivo
• Problemas de la succión
• Plagiocefalia
• Otros

La realización de estos tratamientos es a través de técnicas suaves que no dan ningún tipo de reacción en el niño. Una vez que se finaliza la sesión, el niño o el bebé se puede sentir un poco más cansado o inquieto debido a la movilización corporal y de energía que se ha realizado. Estos síntomas se pueden mantener al menos durante los dos o tres días siguientes a la sesión de fisioterapia.

Si el niño está enfermo, tiene fiebre, se ha colocado recientemente una vacuna, es mejor que no se realice la sesión ya que deberá estar tranquilo para tener una buena recuperación.

Cada visita necesita una atención personalizada con lo que estamos únicamente con el cliente, por lo que rogamos que si no puede asistir a su cita nos lo comunique con 24 horas de antelación, en caso de disponer de bono y no cancelar ni avisar con el tiempo suficiente la visita se verá consumida.